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Murió Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, a los 89 años: ícono de progresismo

El expresidente uruguayo José Alberto Mujica Cordano, más conocido como Pepe Mujica, murió este martes en su natal Uruguay a los 89 años, tras padecer de cáncer de esófago.

A inicios de esta semana, su esposa y exvicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolansky, informó que el exguerrillero y expresidente había entrado en una fase terminal en su cáncer de esófago, por lo que estaba ya recibiendo cuidados paliativos.

El domingo, el presidente uruguayo Yamandú Orsi, delfín de Mujica, pidió que respetaran la intimidad del expresidente.

Varios líderes mundiales lamentaron la muerte del expresidente de Uruguay, que para muchos fue un ejemplo de cómo hacer política.

Su fallecimiento marca el fin de una era para Uruguay y para la política latinoamericana, en la que será recordado como un ícono de la sencillez y el progresismo.

Mujica se había despedido. En enero admitió frente a las cámaras: “Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, refiriéndose a que ya no se sometería a más tratamientos contra su cáncer de esófago.

Bautizado por los medios internacionales como “el presidente más pobre del mundo”, esa marca que no pudo controlar, la debatió con su célebre frase: “No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”.

Fue amigo cercano de Fidel Castro, con quien compartió a puertas cerradas reflexiones sobre la revolución, la política y el futuro de América Latina. También conoció a figuras históricas como el Che Guevara, Mao Zedong y Barack Obama.

También tuvo sus encuentros con figuras del entretenimiento como el cantante puertorriqueño Residente, quien se inspiró en la filosofía del uruguayo para utilizar la música que suena en toda Latinoamérica como medio protesta y un símbolo de identidad compartida.

Mundialmente conocido por su Volkswagen Escarabajo azul celeste, símbolo de su humildad, un jeque árabe, cuyo nombre nunca fue revelado, le ofreció un millón de dólares por el vehículo. Su respuesta fue tan célebre como él mismo: “Yo no tengo compromiso con los fierros”, en la cual reafirmó su postura de vida sobria y desapegada de lo material.

Su vida

Presidente entre 2010 y 2015, Mujica nació en Montevideo en 1935 en una familia con padres agricultores. Referenciado como un icono de la política latinoamericana izquierdista, fue miembro activo de la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, entre 1960 y 1970, un grupo de pensamiento socialista inspirado por la revolución cubana en contra de la corrupción autoritaria que dirigía Uruguay en ese entonces.

Mujica se casó con Lucía Topolansky en 2005, ella a los 61 años y él a los 70. Aunque habían sido pareja desde 1967, su historia comenzó años antes, cuando ambos militaban en el mismo movimiento guerrillero. Esto marcó el inicio de una relación atravesada por ideales políticos compartidos, una lucha común. Nunca tuvieron hijos.

Lucía no solo fue un pilar fundamental en la vida personal de Mujica, sino también en la vida política de Uruguay. Juntos lideraron el Frente Amplio y ella alcanzó a ser la vicepresidenta del país en el periodo posterior a la presidencia de su marido.

A principios de los setenta, Mujica fue capturado en su militancia y encarcelado hasta 1985. En libertad se reinsertó como político por el Frente Amplio y posteriormente desempeñó cargos de legislador y ministro hasta 2005.

Posteriormente, ganó la presidencia del país sudamericano y logró reformas transformadoras que denominaron a Uruguay como uno de los países más progresistas del mundo.

Bajo su gobierno se pasó la ley del aborto en las primeras 12 semanas (2012), la regularización de marihuana (2013) y la legalización del matrimonio igualitario (2013).

¿A qué se dedicó tras las rejas?
Encarcelado por 13 años, muchos de ellos forzado al aislamiento total, torturas y físicas y psicológicas, concretó las bases de su pensamiento amplio e integrativo sobre la equidad, la libertad, la diversidad y la aceptación del otro. Criticó la vida humana actual y las relaciones sociológicas que atraviesan al capitalismo individualista. Reflexionó sobre los males de la sociedad y sus posibles curas.

“Cuando estás muchos años sin poder conversar con nadie, a veces muchos meses sin ver la luz del día (…) son cosas que tienden a destruirte. En esas condiciones te ves obligado a encontrar fuerzas dentro de ti mismo y a conversar con el que llevas dentro”
“Para mí la libertad es hacer lo que uno quiere con el propio tiempo. Trabajar menos para tener más tiempo para vivir. Pero eso implica ser más parcos en el consumo, dejarnos de joder con endeudarnos para seguir el tren que nos marca esta civilización, porque después hay que trabajar el doble para pagar esas deudas … Calidad de vida es disponer de tiempo para hacer lo que se nos antoje”.
Las frases mencionadas provienen del libro José Mujica en sus palabras, escrito por Darío Klein y Enrique J. Morás. Este libro recopila ideas, reflexiones y opiniones del expresidente uruguayo, presentando su visión sobre la vida, la libertad, la política y el consumo.

Referente de progresismo
Durante su periodo presidencial entre 2010 y 2015, donó el 90 % de su salario a obras sociales mientras vivió en una casa de campo sin rejas, sin seguridad y sin mayores gastos. Será recordado por su intervención en las Naciones Unidas, en Nueva York en 2013, en la cual hace un llamado de atención global ante el consumismo, el desarrollo y la sostenibilidad del ritmo de vida actual.

“El mundo grita por más desarrollo y quiere aplastar la economía informal, pero no habla de detener el despilfarro. ¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna?”.

El 5 de julio de 2024, en el jardín de su casa a las afueras de Montevideo, José Mujica recibió de manos de los presidentes Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva las máximas condecoraciones de Colombia y Brasil. Petro colocó personalmente la Cruz de Boyacá, mientras que Lula da Silva le puso la Cruz del Sur. Un gesto simbólico de reconocimiento a los mayores exponentes del continente sudamericano al mundo.

Tomado de El Espectador

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